Confesiones sobre mi lado oscuro

Ya que últimamente no estoy inspirado para crear mis propios posts, voy a darle una vuelta de tuerca al meme sobre las cosas que no sabéis de mí, y sólo voy a desvelar cosas negativas, que además siempre son más entretenidas, aún a riesgo de que haya gente que retire la palabra después de esto.

1. En mi guardería había una niña negrita y todos los niños se metían con ella y le pegaban. Una vez, llevado por la corriente de ira y de racismo primigenio que reinaba en aquel lugar le tiré del pelo. Aún me siento culpable.
2. El autobús de línea saca lo peor de mí. Cuando va lleno, tengo prisa, hace calor, o frío, o estoy de mal humor, mis más bajos instintos se desatan y me vuelvo clasista, sexista, racista, sociópata, y hasta hetero.
3. Cada vez soy más reservado y me gusta menos dar explicaciones, así que para ahorrarme tiempo y molestias utilizo las llamadas ‘mentiras de comodidad’.
4. Puedo llegar a ser muy desagradable y borde, sobre todo en períodos de estrés, como ahora mismo que estoy de exámenes. Creo que es la primera vez que os comento que estoy de exámenes.
5. La pereza me puede y mi inexistente fuerza de voluntad no es que ayude precisamente a superarla. Por ejemplo, ahora debería estar estudiando pero no me apetece, de hecho creo que cuando acabe el post me voy almorzar. Si hasta ahora me ha ido bien en los estudios es porque soy lo suficientemente responsable para saber que tengo que hacer las cosas (aunque sea en el último momento) y lo bastante inteligente para hacerlas bien. Si además fuera trabajador sería la hostia.

Aprovecho para despedirme temporalmente porque, si me fuerza de voluntad me lo permite, voy a ver si me pongo en serio de una vez. Si no ocurre nada relevante en mi vida, que espero que no porque los cambios afectan negativamente a mi concentración, nos vemos a principios de febrero. Que vaya bien.