Contrato Feeling Good

Marzo empezó bien, muy bien… pero la cosa empezó a decaer. Varios contratiempos comenzaron a aparecer nublando mi ánimo y provocando que los pequeños reveses cobraran demasiada importancia. Me he permitido varias semanas de vaguear y no tocar un libro. Me he permitido sobre-reaccionar ante problemas a los que no debería haberles dado tanta importancia. Me he permitido sesiones de autocompadecimiento. Todos tenemos derecho a encontrarnos mal y a tener malas rachas, pero todo tiene un límite.

Falta un mes exacto para mi cumpleaños (apunten la fecha que soy muy rencoroso con la gente que se olvida de felicitarme) y me niego a empezar los veintidós con este estado emocional bautizado como ‘humor nitrógeno-líquido’. Como dice siempre una amiga… bueno, siempre desde que se leyó un libro cuyo título era algo así como ‘Cómo ser un hada’: la vida es como un río y hay que dejar fluir; no hay que ser piedra en el río de la vida de nadie, ni dejar que nadie sea piedra en nuestro río (cita del Hada de los Ríos). En este caso creo que estoy siendo piedra en mi propio río y eso no puede ser, así que le voy a poner remedio… ay, pero tengo poca fuerza de voluntad… necesito un compromiso… un contrato.

¡Bien! Eso es lo que voy a hacer, un contrato con el Hada de los Ríos. Vosotros seréis los testigos.

Voy a poner música para darme ánimos.

Contrato Feeling Good.

Por la presente y con el objetivo de poder sentirse plenamente identificado con la letra de la canción que suena Pau Traductor en Espiral se compromete a cumplir las siguientes cláusulas.

1. Dejará fluir: No dejará que nadie sea piedra en el río de su vida, ni será piedra en el río de la vida de nadie, ni mucho menos, del suyo propio.
2. Dará a los problemas la importancia justa y necesaria sin recrearse más de lo recomendable en ellos.
3. Por supuesto, tendrá derecho a enfadarse, irritarse, apenarse, ponerse de mala hostia y demás. No obstante, dentro de unos parámetros razonables.
4. Se pondrá en forma físicamente. Mens sana in corpore sano.
5. Abandonará la desidia y la dejadez académica: se pondrá al día en todas y cada una de las asignaturas y no se dejará las cosas para el último momento.

Por su parte, y siempre que la otra parte contratante de muestras de esforzarse en cumplir las cláusulas anteriormente mencionadas, el Hada de los Ríos acepta:

1. Facilitar las condiciones climáticas necesarias para que el río de la vida de Pau fluya con mayor facilidad.
2. Mandar las tormentas estrictamente necesarias para que el río tome fuerzas para continuar sin acomodarse.
3. Aceptar los meandros del río sin tomar represalias.
4. Ayudar al río en su tarea de limpiarse y llegar a tener un aspecto cristalino en el que la gente se quiera bañar.
5. Dar un empujoncito con su magia mientras los profesores ponen y corrigen sus exámenes.

Condiciones generales.

1. La parte contratante tendrá un mes para iniciar las acciones necesarias para que las cláusulas se materialicen.
2. El Hada de los Ríos le ayudará a ponerse en marcha.
3. Cualquiera de las partes podrán ampliar sus obligaciones por propia voluntad sin obligar a la otra parte a hacer lo mismo.

En La Blogosfera a 27 de marzo de 2007.

Firmado:

Pau & El Hada de los Ríos

Fíjate que simplemente con haber firmado el contrato ya empieza a resonar en mi cabeza, aunque de forma tímida, algunas líneas de la canción…

It’s a new dawn
It’s a new day
It’s a new life…
for me.
And I'm feeling good.