Mi tío

Recuerdo que cuando era pequeño y estaba con mi abuelo, cada vez que veíamos un avión me decía: '¡Mirá, un avión, saluda a tu tío Víctor!' Y yo agitaba la mano obedientemente mirando al avión. No es que el hermano de mi padre fuera piloto, sino que vivía, y vive, en EE UU y cada vez que venía de visita lo hacía logícamente en avión. No sé si en realidad me creía que mi tío volaba en cada uno de los aviones que veía o si lo hacía por contentar a mi abuelo.

Es curioso cómo uno no tiene un primer recuerdo de la mayoría de sus familiares, o al menos uno no se acuerda del día en que conoció a su hermano mayor, por ejemplo; normalmente es una persona que siempre ha estado ahí.

Desde que tengo consciencia siempre he sabido de la existencia de mi tío, pero sí podría señalar un punto en mi propia línea espacio-temporal en el que toma forma, no como alguien de quien te hablan, sino como alguien a quien conoces. El primer recuerdo que tengo fue una vez comiendo en casa de mis abuelos en el que bromeando llamó a mi hermano Booboo (el amigo del oso Yogy). Un detalle un poco tonto, pero la memoria es caprichosa.

En aquella ocasión vino a vernos acompañado de su socio James. Un chico canadiense muy simpático y fuertote que no hablaba nada de español.

Unos años más tarde mi tía fue a pasar un verano a Los Ángles a hacer un curso de inglés. Se la llevaron a un montón de sitios: a Disneyworld, al zoo de San Diego, a San Francisco, al parque natural de las secuoyas, etc. Por las fotos parecía que se lo habían pasado muy bien.

Tiempo después me enteré de que James se había muerto a causa de un tumor cerebral. Aunque apenas lo conocía me dio pena, parecía un chico muy majo.

Pasaron los años, y en otra de sus visitas trajo unas fotos. Eran de una fiesta de esas típicas de allí que se celebran en una casa inmensa con jardín y piscina. Conforme iba pasando las fotos mi recién adquirida mentalidad adolescente (tendría 13 o 14 años) se dio cuenta de que el perfil de los invitados seguía un patrón regular: chicos de entre 20 y 35 años, con poca ropa, de piel bronceada y musculatura trabajada... mi cerebro comparó estas imágenes con otras almacenadas en mi archivo de conocimientos sobre el mundo y '¡click!' Mi tío era gay. Acto seguido mis recuerdos de infancia se reestructuraron y James pasó de ser su socio a ser su novio. Pensaréis que era obvio, pero en ese momento no tenía por costumbre plantearme la sexualidad de la gente y mucho menos de alguien de mi familia. Así que quedé sorprendido y turbado. Cuando llegué a casa le pregunté a mi madre por mi tío, que me confirmó lo que pensaba y me ofreció información adicional: que James había sido su novio durante muchos años y que había muerto de sida (que curiosamente le contagió una chica con 17 años). Por si os lo estáis preguntando mi tío está sano. Lo que demuestra que el sexo seguro y responsable funciona.

También le pregunté a mi madre el motivo por el que no me lo había contado, y no me dio una respuesta convincente. Ahora que me lo vuelvo a plantear supongo que por la misma razón que mis primas pequeñas no saben que yo soy gay. Las pequeñas porque son muy pequeñas y la más mayor porque se le podría escapar delante de mi abuelo: el único miembro de la familia que ignora estos hechos.

¿Qué ventajas tiene tener un tío gay? Pues que el camino con mi padre o mi abuela a ese respecto ya estaba muy recorrido y una vez mi madre les confirmó lo que ella ya sabía desde que yo era pequeño no les costó tanto de asumir.

Con mi tío no es que tenga una relación muy estrecha porque tenemos poco contacto. Pero en esta visita, llegó la semana pasada, ya hablamos con normalidad del tema, me pregunta por chicos y de hecho el otro día me habló de una web de contactos en USA muy interesante, jijiji. Espero poder ir algún día a visitarle... supongo será interesante, como aparecer de extra en un capítulo de Queer as Folk, o quizás de prota, quién sabe ;)