Finde en Granada

Este finde he estado en Granada con Rubén. No soy buen cronista y no me acuerdo ni del orden en que vi las cosas, ni todos los sitios donde comí (sólo que siempre pedí sangría), ni siquiera el nombre de la mayoría de sitios a los que fui si no los miro en el mapa. Ni falta que hace. Sólo me hace falta recordar lo bonita que es esa cuidad y el guía tan bueno que tuve, que durante el día te enseñaba la cuidad y por la noche... digamos que hacía otras cosas, y todo por el mismo precio jejeje (:P). Tampoco me olvido de la visita que tanta ilusión me hizo ;), aunque me hubiera gustado ver a alguien más; espero que a la próxima.

Y bueno... yo no puedo salir de casa sin vivir alguno de mis momentos abochornantes. Os lo voy a contar porque total, ya más vergüeza no puedo pasar.

Íba yo por los Palación Nazaríes admirando el jardín de uno de los patios a través de unos ventanales. Rubén iba delate de mí. Sin apartar la vista del encantador jardín me paré en una de las ventanas y, dejando descantar suavemente mi mejlla sobre su hombro, dije: 'Ay, qué bonito. Yo quiero un jardín así.' En ese mismo intante mi rabillo del ojo mandó al cerebro los siguientes datos: 'Jersey verde a menos de dos centimetros de ojo' Y mi cerebro contrastó esa información con otra almacenada en la memoria 'Camiseta de Rubén: color gris.' o_o! En ese momento, y mientras la sangre se me acumulaba en las mejillas, me di cuenta del error y me fui en dirección opuesta sin atreverme a mirar a aquel sujeto desconocido. Lo que sí vi fue al verdadero Rubén partiéndose el culo. A partir de ahí tuvimos cachondeo hasta que salimos de la Alhambra.

En fin, que sería de los viajes sin estas anécdotas, jeje.

Conclusiónes:
-Os recomiendo a todos visitar Granada.
-También os recomiendo prestar atención a la persona que tenéis delante durante las visitas turísticas.