14 septiembre 2007

Vosotros aquí y yo a California :P

Bueno, niños y niñas prometí un post antes de cruzar el charco y... en fin, pensaba hacer algo más elaborado pero a estas horas aún no tengo el equipaje de mano preparado y estoy que me caigo de sueño.
Por cierto, mis exámenes: uno bien o otro mal. Aún no sé notas.
Estoy muy cansado incluso para sentir nervios. Me hace mucha ilusión irme pero lo que es el traslado me da muchísimo abogio. No volar, sino todo el tema de los aeropuertos: equipaje, facturación, controles, aduanas, enlaces, más controles... uff ahora sí que me entran nervios.
Intentaré actualizar desde allí para que los que os quedáis en la Vieja Europa (jijiji) conozcáis más o menos lo que me suceda en el Nuevo Mundo (con esta expresión habrá quien me imagine con trenzas a lo Pocahontas... uhm, pues si encuentro uno como John Smith no me importaría, jejeje).
Pasadlo muy bien todos.
¡Un beso!

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11 septiembre 2007

El escudo o la espada

Duele.

Duele porque la herida está abierta, reciente.

Lloras.

Lloras y sangras.

Porque duele.

Porque crees que nunca cicatrizará y, si lo hace, te dejará marca de por vida.

Una marca que te recordará el dolor, y el sufrimiento. Que te hará más fuerte, sí, pero ¿a costa de qué? Crees que esa fuerza será un escudo. Una coraza que te hará más grande y más precavido, sí, pero a la vez impenetrable e insondable, para los demás e incluso para ti mismo.

Tienes miedo porque no quieres perder la ilusión, porque no quieres que la nada te devore y te vacíe y te despoje de ese halo tan especial que te envuelve.

Y yo te digo que ojalá te quede marca. Una cicatriz que te haga más fuerte. Pero que esa fuerza no sea escudo o coraza, sino una espada o una lanza. Que te imprima confianza, que te haga más grande y más seguro, sí, pero que a la vez te recuerde que tienes la fuerza para volver a conquistar lo que anteriormente conseguiste. Que te sirva para luchar y vencer a la nada que intenta devorarte.

La cicatriz va a estar ahí quieras o no, pero al fin y al cabo la elección es tuya. Tú eliges qué quieres forjar con la fuerza que te regala la experiencia: un escudo o una espada.
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De dedicado a un habitante de la Tierra.

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06 septiembre 2007

Mi cita a tuertas

Mira, que queréis que os diga, mi concentración apunta al suelo y mi agobio, al techo. Sé que es paradójico, pero yo soy así de contradictorio, aunque por otra parte la contradicción es una cualidad bastante humana y no pretendo atribuirme su monopolio, únicamente un uso excesivo de la misma... madre mía lo que divago con tal de no estudiar. Total que me he dicho… chico, pues para perder el tiempo mejor escribo un post la mar de freak y frívolo.

En un intento vano por superar etapas y acelerar procesos de cicatrización sentimental di permiso a una amiga para que me preparara una cita a ciegas. La cosa fue como sigue:

Una compañera de su trabajo le había comentado que su mejor amigo lo había dejado con su novio hacía dos meses. Y le enseñó una foto del susodicho. Mi amiga atesoró esta información y me pidió permiso para concertar una cita. Mi respuesta fue:
-¿Has visto foto?
-Una. De móvil. Parece mono.
-Adelante pues.

Al rato se me ocurrió que era conveniente intercambiarnos las direcciones de Messenger, porque con un contacto previo siempre da menos palo. Además, así podía ver más fotos del susodicho. Mi amiga se encargó de hacer las gestiones pertinentes (o sea, que le mando un sms a su compañera y le dijo que si quería su amigo que me agregara). La idea era quedar para tomar algo los cuatro un viernes o un sábado por la noche: el susodicho, su amiga, mi amiga y yo.

Conforme se iba acercando el día y el tarro se iba llenado de leche, como es inevitable en mí (nota mental: tirar todos los tarros de leche a la basura), le vi conectado. Estaba en no disponible, así que desde mi ‘no conectado’ pude cotillear su foto antes de hablarle. Como explicaros… era una fusión entre Borja Thyssen y un portero de discoteca. Así con gafas de sol, camisa chunga, como muy petao, con unas entradas con las que nos podría llevar al cine a todos… el primer adjetivo que se me vino a la cabeza fue: macarra.

Pero claro, desde pequeñito me han enseñado que las apariencias engañan y que no hay que juzgar a nadie por la forma de vestir… pero nadie dijo nada de la música: ¡estaba escuchando Dj Marta – Sesión Dj Marta! Y en ese momento me ví en un SEAT León negro con Dj Marta retumbando en los cristales tintados… qué queréis que os diga, no es mi idea de romanticismo.

Luego volví a fijarme en su ventana… escuchaba Celos, de Andy & Lucas. Y me imaginé en el SEAT León con la música esa y el tío intentando ponerse romántico… y de pensar que ya habíamos quedado con él le mandé un mail a mi amiga (con captura de pantalla incluida para que viera lo mismo que yo con sus propios ojos) a ver qué hacíamos, porque se me quitaron las ganas de quedar obviamente. Me contestó esto entre otras cosas:

"Vale, analicemos la situación. De entrada no parece prometedor, porque te entiendo, a mí esa foto (ein?) y semejantes gustos musicales me habrían provocado esa reacción, quizá también acompañada de algún sarpullido vistoso. Pero no nos quedemos sólo ahí, creo que deberías hablarle y ver qué tal es, quedar con él y juzgar cuando le veas en persona".

Pedí consejo y enseñé la captura de pantalla a varias personas. Casi todo el mundo me decía que se veía a la legua que yo con un tío así de entrada no iba a ningún sitio (una amiga incluso me dijo ‘mira, no te pega ni para un rollo, y amigos ya tienes así que pasando de quedar con él’), pero las voces más cristianas me decían que no podía juzgar a nadie por dos canciones y una foto. Así que decidí seguir con la cita.

Cuando se acercó el día mi amiga me envió un mensaje diciéndome que el chico no podía quedar porque trabajaba, así que yo, muy liberado y tomándome esto como un favor del destino por haber sido buena persona, decidí ponerlo en ‘no admitir’ y olvidarme del asunto porque no estamos como para perder el tiempo y enfrascarnos en situaciones que, además de ser ya de por sí incómodas, no van a llevar a ningún sitio.

De todas maneras desde aquí le doy las gracias a ‘mi amiga’ (sigue pendiente tu nick en nuestras aventuras) por tomarse todas esas molestias y por apoyar mis decisiones. ¡Un beso! ¡Eres grande! (uy, qué Dj Marta me ha quedado eso, jejeje).

Aclaración
: No tengo nada en contra Dj Marta ni de Andy&Lucas, simplemente no es un tipo de música que pueda soportar. Un beso para todos sus fans.

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